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lunes, 2 de octubre de 2017

El movimiento obrero argentino se empieza a levantar contra CAMBIEMOS y sus medidas burguesas...

La Secretaría de Discapacidad de CTA rechaza el decreto 698/17

El 24 de septiembre de 2017

Las organizaciones y personas abajo firmantes decimos NO al DNU 698/17.
En una medida inconsulta, el Poder Ejecutivo crea por decreto de necesidad y urgencia la Agencia Nacional de Discapacidad, eliminando a la Comisión Nacional Asesora para la Inclusión de Personas con Discapacidad y la Comisión Nacional de Pensiones.
Por qué decimos que no:
- Decimos que no porque no hay necesidad ni urgencia en fijar una política publica tan crucial sin la activa intervención del Congreso de la Nación.
- Decimos que no porque se adopta una resolución tan relevante sin ninguna participación de las organizaciones que legítimamente representan al colectivo de las personas con discapacidad, violando así la Convención sobre los Derechos de las Personas con discapacidad de Naciones Unidas.
- Decimos que no porque nada anuncia el decreto en relación al rol que se le otorgará a los representantes del colectivo en el diseño, implementación y monitoreo de la política pública orientada al sector de las personas con discapacidad.
- Decimos que no porque la desaparición de la Comisión Nacional de Pensiones pone en riesgo las pensiones que perciben más de 500 mil personas que no cuentan con el Certificado Único de Discapacidad.
- Decimos que no porque nada anuncia el DNU 698/17 sobre la creación de un organismo independiente con la función de monitorear las políticas públicas en materia de discapacidad, tal como prescribe la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
- Decimos que no porque el DNU no garantiza que el organismo que se estaría creando cuente con el presupuesto suficiente para implementar las políticas públicas que quedarían a su cargo, al habilitarlo para recaudar fondos mediante donaciones, legados, cooperación nacional e internacional y otras alternativas que dan cuenta sobre las limitaciones que tendrá en el aspecto presupuestario.
- Decimos que no porque no queremos que se utilice más a las personas con discapacidad en anuncios, lanzamientos y discursos vacíos de contenido, como queda demostrado con todo lo que rodeó el lanzamiento del Plan Nacional de discapacidad, cuya inexistencia reconoce el Decreto 698/17.
Ante la contundencia de estos argumentos, solicitamos a las legisladoras y legisladores que integran la Comisión Bicameral que da tratamiento parlamentario a los Decretos de Necesidad y Urgencia del Presidente de la Nación, que rechace de plano el DNU 698/17.
Demandamos que cualquier política pública orientada hacia el sector sea elaborada, implementada y monitoreada por las organizaciones representativas de las personas con discapacidad, cumpliendo así con los artículos 4 y 33 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas que en nuestro país tiene rango constitucional otorgado por la ley 27044.
Exigimos que el Poder legislativo avance con los diferentes proyectos de Ley existentes para dotar al país de una legislación moderna, acorde al paradigma de derechos y con la activa participación de los representantes legítimos del sector en su tratamiento y aprobación.

Demandamos que todos los trámites para la obtención del Certificado Único de Discapacidad sean revisados para una implementación ágil y descentralizada, sin limitar los requisitos para su otorgamiento.

Instamos al gobierno a que ninguna persona que actualmente reciba una pensión la pierda, como así también se restituyan aquellas pensiones que fueron suspendidas.

Exigimos que el Gobierno Nacional deje sin efecto la apelación al fallo judicial que lo obliga a restituir las pensiones que dio de baja en forma injustificada, restableciéndolas de inmediato a las miles de personas que fueron afectadas por una medida arbitraria e injusta y que dé marcha atrás a la quita de 39000 pensiones prevista en el proyecto de presupuesto 2018 elevado recientemente al Congreso de la Nación.

jueves, 22 de diciembre de 2016

DIRIGENTES Y BASES SINDICALES EN LA ERA MACRISTA


El sindicalismo al desnudo
Por Diego Genoud*

El actual escenario de inflación, despidos y tarifazos empujó a las centrales sindicales a la calle y las confirmó como interlocutoras sociales. Pero este protagonismo, al mismo tiempo, dejó al descubierto sus propios límites: la fragmentación entre las centrales dificulta el planteo de un plan de lucha unificado y las muestra desorientadas frente al nuevo gobierno.


Un factor de poder que sobrevivió a todo y se revitalizó durante los últimos 12 años frente a un nuevo poder político que ganó las elecciones cuando pocos lo esperaban. Los trabajadores argentinos sindicalizados frente al primer presidente que no es peronista y llega a la Casa Rosada desde el mundo empresario. La película podría ser taquillera y tendría como protagonista principal al gremialismo si no fuera por las divisiones y los traumas que arrastra.

La devaluación del 40%, los despidos y el tarifazo que marcaron los primeros meses de Mauricio Macri potenciaron el cuadro de demandas insatisfechas de los asalariados, entre las que se destacan el deterioro del poder adquisitivo frente a la inflación, el impuesto a las ganancias y el trabajo en negro.

Con el fondo de una fenomenal transferencia de ingresos que afectó el salario real, el sindicalismo argentino debutó en la calle con una movilización multitudinaria por el Día del Trabajador que lo confirmó como interlocutor social y evidenció su fortaleza, pero al mismo tiempo mostró sus diferencias de criterio.

La aspiración a la unidad

El veto del Presidente a la ley antidespidos sancionada por el Congreso volvió a dejar a la dirigencia desnuda. Mientras que las dos CTA respondieron con el llamado a un paro nacional, las tres CGT acentuaron su proceso de introspección que, en el mejor de los casos, redundará en una conducción única durante el período que va del Comité Central Confederal del 3 de junio al Congreso normalizador del 22 de agosto.

“El movimiento obrero disperso no tiene una estrategia común frente al debate social en estos meses de ajuste. Tenemos que recuperar la unidad de la CGT para superar los movimientos tácticos y pensar en el mediano y largo plazo”, dice Héctor Daer, el sindicalista de Sanidad que actúa en su doble condición de diputado nacional y mano derecha de Carlos West Ocampo, emblema de “los Gordos”. Daer fue electo en 2013 con la boleta por el Frente Renovador pero el debate de la ley antidespidos lo alejó del campamento de Sergio Massa. Su nombre es uno de los que suenan para encabezar la nueva conducción de la CGT en una fórmula de unidad que incluya a su lado a un representante del ala moyanista: el combativo Pablo Moyano, el petrolero Guillermo Pereyra o Juan Carlos Schmid, el histórico compañero de Moyano que hoy lidera la poderosa CATT, la cámara que reúne a los gremios del transporte.

Hugo Moyano, el jefe de la CGT Azopardo durante la última década, parece replegarse hacia el mundo del fútbol y dejar su tarea en manos de su hijo mayor. Después de haber activado cinco paros nacionales contra Cristina Kirchner y de haber apoyado a Mauricio Macri en el último turno electoral, no estará a cargo de la ofensiva contra su gobierno.

“El sindicalismo está hiperfragmentado. La división es mucho más profunda de lo que pensamos. Hay una ruptura política interna que es fuerte y eso no permite avanzar hacia espacios de unidad. La unificación de la CGT puede ser formal pero no implica que puedan avanzar juntos”, dice la socióloga e investigadora del Conicet Ana Natalucci, dedicada al estudio del proceso de revitalización del sindicalismo peronista en los últimos años.

La unidad de los dirigentes también parece darse en el campo de las dos CTA. Después de tener posturas antagónicas durante la era kirchnerista, Pablo Micheli y Hugo Yasky volvieron a actuar en conjunto como la variante más dinámica del sindicalismo. Sin embargo, la historia reciente los separa y los pone en situaciones muy distintas ante sus bases. “Tenemos profundas diferencias pero supimos dejarlas de lado en función de las necesidades de los trabajadores”, repite Micheli, principal abanderado de la unidad y promotor de un paro nacional de todas las centrales sindicales contra el gobierno de Macri que, por ahora, parece muy lejos.
El secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo, es uno de los que creen que la anunciada nueva conducción unitaria será, sobre todo, un producto de la rosca y que no saldará las diferencias políticas.

Heterogeneidad laboral y política

El movimiento sindical parece desorientado ante un Presidente que en público se muestra más amable que Cristina Kirchner, pero que tampoco cede a sus reclamos. Aunque los recibe, los convoca al Consejo del Salario y no los ataca en sus discursos, Macri vetó la ley antidespidos en cuestión de horas. La reforma del impuesto a las ganancias, la gran promesa electoral de Cambiemos para el sindicalismo, sigue afectando a los trabajadores mejor pagos. “El impuesto golpea más ahora que antes, por lo menos en mi actividad, donde pasaron a pagar más de 20 mil bancarios que antes no pagaban. Los que tuvieron una solución temporal, ahora con el acuerdo salarial están pagando lo mismo que en diciembre, incluso más”, dice Palazzo.

La Bancaria tiene afiliados a 70 mil de los 106 mil trabajadores bancarios que hay en el sistema y, según sus estimaciones, hoy 80 mil tributan Ganancias. El gremio firmó una de las paritarias más altas desde que comenzó el año –35 % en una sola cuota– y fijó el salario inicial en 20.500 pesos por mes. “El mínimo no imponible de un soltero está en 18.800 pesos, es decir que todo soltero que ingresó a trabajar está afectado”.

El sindicato que obtuvo el aumento salarial más alto del año fue, por tercer año consecutivo, el de Aceiteros, que conduce Daniel Yofra. “La ofensiva del gobierno nos agarró en un momento de mucha debilidad. El pedido de las cinco centrales de una ley antidespidos lo demuestra. Pedirles a los políticos que te salven con una ley es como pedirles a los abogados que nos resuelvan los problemas. La herramienta fundamental de las centrales es la huelga”, dice. Enrolado dentro de la CGT de Moyano, Yofra se pregunta por qué, en lugar de delegar el freno a los despidos en el Congreso, las centrales sindicales no llamaron a un plan de lucha. La respuesta tiene que ver con esa debilidad frente al nuevo gobierno que, si algo parece haber heredado del anterior, es su carácter decisionista.

Con cuarenta y ocho años, el sindicalista aceitero encabezó en 2015 un paro de veinticinco días contra las grandes cerealeras en el polo oleaginoso de Rosario que concluyó con un incremento salarial del 36%. El principal escollo para el acuerdo no fueron las empresas multinacionales del sector –que según estima el gremio, cada día muelen 100 mil toneladas de soja y obtienen una ganancia de 2 millones de dólares–. El mayor obstáculo fue la postura del entonces ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que tenía la misión de fijar un techo paritario y no dudaba en tratar a los aceiteros de desestabilizadores. Hoy, en un contexto distinto, Yofra sigue pensando que uno de los traumas del sindicalismo es que los dirigentes se alinean, antes que con sus representados, con los partidos políticos. “La ley antidespidos sería una seguridad para los lugares de trabajo en los que no hay gremios. Si están despidiendo trabajadores privados y estatales, la pregunta es por qué los gremios involucrados no hacen paros para defenderlos”, señala Yofra.

Los casos de los bancarios y los aceiteros contrastan con la realidad de los metalúrgicos, que cerraron una paritaria del 35% pero en tres cuotas. Los afiliados de Antonio Caló cobran un sueldo promedio que es apenas la mitad del que perciben los de Palazzo y Yofra. Esa heterogeneidad laboral también se traduce en diferencias políticas. Con despidos en su sector, Caló tiene una postura más moderada, herencia de un tiempo en el que –como jefe de la CGT kirchnerista– predicaba a favor de conservar el empleo a cambio de resignar mejoras para sus trabajadores.

Después de un acto masivo que entusiasmó a muchos, el veto de Macri reactivó la imagen de una dirigencia sindical que todavía duda acerca de cuáles deben ser su rol y su estrategia. “Tanto la marcha del 29 como la ley que aprobó el Congreso sirvieron para plantearle demandas al poder”, opina Daer. Frente a los que creyeron que la concentración en el Monumento al Trabajo era el punto de partida de un plan de lucha, la discusión en el Congreso se desarrolló a puertas cerradas, sin presencia sindical en la calle. Eso facilitó la tarea del Presidente.

Si en los años noventa el MTA del camionero Moyano y el colectivero Juan Manuel Palacios encarnó la corriente más combativa del sindicalismo peronista, hoy el único sector que se perfila para ocupar un lugar similar es el de la CATT. Sin embargo, allí conviven dirigentes como Schmid y el joven moyanista Juan Pablo Brey, de Aeronavegantes, con otros como Omar Maturano y Roberto Fernández, de una tradición bastante más viscosa. Decisiva en los paros de los últimos cuatro años, la CATT todavía no movió sus fichas durante el gobierno de Cambiemos.

Nuevos dirigentes, viejas estructuras

Mientras los dirigentes dudan y buscan reagruparse, por abajo se profundiza un recambio generacional. Los sindicatos hoy tienen más afiliados, más delegados y más recursos económicos. Sin embargo, Yofra sostiene que la fuerza no surge de la cantidad de gente, ni de la recaudación de sus aportes: “La fuerza te la da la conciencia que puedan tener los trabajadores, obviamente ligada a los logros que alcance la organización”.

Para la socióloga Natalucci, una de las mayores transformaciones del ciclo kirchnerista estuvo en las bases. “Hay organización, actividad de base y dirigentes más jóvenes que incluso están en las comisiones directivas y empiezan a reactivar algunas discusiones. Pero eso todavía no cristalizó en ninguna forma organizativa nueva. En el mediano plazo empezará a notarse, pero en el corto plazo está todo bastante complicado. No veo mucho ánimo de lucha”, dice.

El mismo día de abril en que las centrales sindicales se congregaron en el Monumento al Trabajo, se produjo un hecho histórico en las fábricas Pirelli de Merlo, Bridgestone Firestone de Lavallol y FATE de San Fernando. La izquierda ganó en un frente único y por primera vez un sindicato industrial a nivel nacional, el sindicato del Neumático, que durante los últimos dieciséis años estuvo en manos de Pedro Wasiejko, el adjunto de la CTA de Hugo Yasky.

Con cuarenta años de edad y doce como operario de FATE, el electo secretario general Alejandro Crespo del SUTNA explica las razones del triunfo de la lista combativa. “Había un gremio inmovilizado frente a las acciones del gobierno anterior que atacaban a los trabajadores como el impuesto a las ganancias y la ley de ART en un sindicato que afronta graves situaciones por las condiciones de trabajo. Mientras los compañeros veían la inacción de la conducción kirchnerista, veían lo que pasaba en el SUTNA San Fernando que ya dirigía FATE”, dice Crespo, que además es miembro del Partido Obrero y de la Coordinadora Sindical Clasista. “Ganar en un gremio industrial es doblemente complicado. Hay más persecución, hay más control de la patronal, las burocracias son más duras y el laburo es menos estable. Cuando las empresas detectan que existe algún tipo de organización, empiezan con los despidos. Esto es producto de muchos años de organización”, agrega.

Crespo coincide con el aceitero Yofra en que la ley antidespidos sólo hubiera tenido éxito si venía acompañada de la acción gremial. “Las cúpulas sindicales tienen que empezar a mostrar fuerza ante los despidos; si no lo hacen las patronales no van a dejar de despedir”, sostiene.

Aunque por supuesto se trata de un fenómeno incipiente, no deja de ser sintomático: dirigentes de una nueva generación que son electos en gremios industriales y deciden mantenerse dentro de las centrales sindicales existentes.

Una agenda amplia

La democracia sindical, que incluye un límite de dos mandatos en los cargos, es un reclamo que crece y cuenta incluso con el respaldo de algunos sectores de la CGT. Después de cuatro años de acercar posiciones y coordinar acciones, Pablo Micheli asegura que Moyano padre hoy está de acuerdo con la libertad sindical.
En los momentos de mayor confrontación con Moyano, el gobierno de Cristina amagó con impulsar una reforma para democratizar los sindicatos. Pero eso nunca se concretó. Todavía hoy son mayoría los gremios en los que, cuando se quieren organizar, las empresas desactivan el proceso con el despido de los candidatos a delegados e incluso de los delegados electos. “Siguen existiendo las patotas, las persecuciones a los que quieren hablar en asamblea y no existe la democracia obrera. Nosotros vamos a reformar el estatuto para que los trabajadores puedan elegir y presentarse como candidatos”, cuenta Yofra.

La agenda del movimiento sindical es amplia. Al drama de los despidos se le suman problemas estructurales que el gobierno anterior no resolvió, como el trabajo en negro, el impuesto a las ganancias, el sistema de tercerizados, la democracia sindical y la demanda de un salario mínimo vital y móvil que iguale al costo de la canasta básica familiar que hoy duplica a los 8.060 pesos que se fijó en la reunión de mayo del Consejo del Salario. Hay otro ítem, que para la cúpula cegetista tiene tanta o más importancia: la deuda del Estado con el sistema de las obras sociales que hoy asciende a 29.700 millones de pesos y que la gestión Macri promete regularizar.

Después de doce años de gobierno kirchnerista y según los índices oficiales, la informalidad laboral se mantuvo en torno al 34%. Si uno de cada tres trabajadores sigue relegado a las condiciones de trabajo de la década del 90 y si el empleo no crece, la discusión pasará a ser otra. Así como la CTA se encargó de representar a los trabajadores desocupados en los años menemistas, hoy es la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) la que se propone ocupar un lugar similar, como portavoz de las generaciones que no lograron ingresar a la formalidad laboral: trabajadores independientes, informales y cooperativistas. Organizaciones kirchneristas y no kirchneristas conviven detrás de una consigna ambiciosa: reconocimiento sindical de la CTEP y paritarias populares para pelearle a la inflación. “Si el sindicalismo no puede pensar que hay nuevas formas de trabajo y que no todo es trabajo formal asalariado, va a tener una representación muy restringida”, apunta Natalucci.

Con un Moyano desgastado y distraído con el fútbol, el liderazgo capaz de representar a todos los trabajadores está vacante. El sindicalismo tiene un lugar central en la discusión que viene, pero está desorientado por un gobierno que se mueve en base a una lógica que todavía le resulta indescifrable. Si los tironeos entre el moyanismo, el kirchnerismo y el massismo que se vieron en la discusión por la ley antidespidos se mantienen, Cambiemos verá además facilitada su tarea. Si, como todos repiten, se ponen finalmente por delante los intereses de los trabajadores y se interpretan las necesidades de las bases, la película puede ser otra.

* Periodista.

martes, 26 de mayo de 2015

Argentina: Comenzó el paro bancario de 48 horas: podría faltar dinero en los cajeros advierten


El gremio La Bancaria tomó la decisión para reclamar un aumento salarial superior al 27 por ciento, que es el que propone el Gobierno como tope. Los bancarios quieren como mínima un 34% de aumento.


Comenzó el paro bancario de 48 horas dispuesto por el gremio La Bancaria, cuyo secretario general, Sergio Palazzo, ratificó ayer en reclamo de un aumento salarial superior al 27 por ciento.
El paro, que rige hasta pasado mañana, podría provocar la falta de dinero en los cajeros automáticos ya que la medida de fuerza es sin interrupciones.
Los problemas que puede sufrir el expendio de billetes por el paro se potencian porque la red de abastecimiento ya colapsa en días de pago o fines de semana en varios puntos, ante la imposibilidad que tienen de ser cargadas con más billetes y la negativa del Gobierno a imprimir alguno de mayor denominación.
"Ya lo habíamos confirmado, independientemente de que hubo algún tipo de reunión con el ministro de Trabajo y con la cámara Abapra, que lidera la negociación. Modificaron la propuesta del 24% y ofrecieron 27%, no es algo novedoso", indicó Palazzo en diálogo con radio La Red.
El sindicalista del gremio pidió "disculpas" por los inconvenientes que generará la huelga; advirtió que faltará dinero en los cajeros automáticos.
El secretario general de La Bancaria dejó en claro que no aceptarán una suba menor al 30 por ciento. "Nosotros hacía rato habíamos manifestado nuestra negativa a ese número [27%], y al día de hoy no ha habido una nueva propuesta", resaltó.
Días atrás, varios gremios que integran la CGT oficialista acordaron aumentos del 27%, la cifra impuesta por el ministro de Economía, Axel Kicillof .
"El ministro puede expresar su voluntad política en el marco de la economía que él prevé en ese número. Nosotros creemos que para esta actividad ese número no conviene, ya que el año pasado se desvalorizó el aumento salarial porque fue más alta la inflación, en función de la rentabilidad de las empresas y de la carga tributaria que tiene la mayoría de los empleados bancarios que pagan Ganancias", aseveró el titular del gremio.
Palazzo le pidió al Gobierno que "respete la negociación entre privados" y afirmó que el sector bancario "puede pagar un aumento salarial" como el que reclaman.

FALTANTES EN LOS CAJEROS

El sindicalista pidió "disculpas" por los inconvenientes que generará la huelga. En ese sentido, advirtió que faltará dinero en los cajeros automáticos. Y no descartan otro paro de 36 horas para la semana que viene dijo. 
"El paro es de 48 horas, no hay interrupción de la medida de fuerza, así que no va a estar garantizada [la recarga de cajeros]. Desde mañana [por hoy] va a faltar dinero por el feriado largo. Ojalá aparezca una nueva propuesta y podamos resolver el conflicto", concluyó.

jueves, 16 de octubre de 2014

Comunicado de prensa de la CTA

“Hoy los sindicatos de la Educación de Chile y la presidenta Bachelet, le devuelven al Estado Nacional la responsabilidad de la educación pública”
El Secretario General de la Central de Trabajadores de la Argentina, Hugo Yasky, en su carácter de Presidente del Comité Regional de la Internacional para la Educación de América Latina, mantuvo una reunión con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet en la Casa de la Moneda.
De la reunión participaron también, junto al ministro de Educación de Chile, Nicolás Eyzaguirre Guzmán, representantes de Uruguay y Brasil.
Hugo Yasky expresó: “Este es un día histórico en Chile. Empieza a desmantelarse la municipalización educativa de Pinochet. El Sindicato de Educadores de Chile, al igual que lo realizado en la Argentina, con Néstor Kirchner, el gremio docente y el gobierno, acuerdan terminar con la herencia educativa neoliberal”.
Comunicación CTA

martes, 30 de septiembre de 2014

¡BASTA DE AVANZAR CONTRA LA FORMACIÓN DE LOS TRABAJADORES DE LA EDUCACIÖN DEL INTI


Por segunda vez en dos meses las autoridades del INTI arrinconan al bachillerato popular
El Departamento de Recursos Humanos quiere cerrar el Bachillerato popular 1 de Mayo que funciona dentro del INTI en Argentina.

Hasta antes de las vacaciones, en el modurama se desarrollaban cursos de capacitación por la mañana mientras que desde hace años el Bachillerato usa el mismo espacio por la tarde. Sin embargo, el lunes 4 de agosto, al volver de las vacaciones, estudiantes y profesores que asistimos día tras día nos encontramos con una “reforma”: pretenden reducir el bachillerato a un pasillo ancho de un 1,5 x 2,5 mtrs, apenas un tercio del espacio total disponible. La “reforma” incluyó tocar producciones ajenas y tirar a la basura trabajos hechos por estudiantes. Para el funcionamiento cotidiano del Bachillerato esta “reforma” es inadmisible: no sólo porque las condiciones para producir conocimiento se vuelven indignas sino porque ajustar el espacio al mínimo cortaría de cuajo la posibilidad de una inscripción 2015 numerosa como solemos tener desde hace cinco años. 


Mientras el Dpto. de RRHH se dedicaba a tergiversar lo que había pasado tratándonos de delincuentes que impedíamos el funcionamiento de cursos de capacitación, defendimos con todo el cuerpo el espacio de la mano de la junta de ATE y logramos un acuerdo que nos permitía trabajar con lo mínimo.


Sin embargo, hace una semana, el lunes 22 de septiembre, volvieron a avanzar sobre lo que nos quedaba del modurama clausurando nuevamente las posibilidades de continuidad del bachillerato. Pase lo que pase, no vamos a rifar una construcción que ya lleva cinco años y que, entre otros logros, contribuyó a que 40 trabajadores del INTI y otros 20 trabajadores del barrio tengan hoy su título secundario.


La falta de espacio en el INTI no es una justificación creíble para tamaña acción debido a que el modurama siempre se compartió con otras actividades de capacitación del Instituto. La forma de violentar nuestro espacio, la falta de aviso, el intento de cierre del Bachillerato por parte de las autoridades del INTI hace un año, la falta de recursos y el ajuste en cada Centro son indicadores objetivos para entender que esta avanzada forma parte de la pretensión política de vaciar el INTI.


Un año atrás, en febrero de 2013, alrededor de 700 trabajadores del INTI firmaron un petitorio contra el intento de cierre del Bachillerato popular 1º de Mayo (CEIP-CTA). En aquella oportunidad, 700 trabajadores del INTI se solidarizaron con la pelea por el derecho a la educación de jóvenes y adultos; se solidarizaron con la pelea por que los beneficios para la capacitación de los trabajadores estatales incluya los estudios secundarios y no sólo a los cursos de especialización de los que ya están especializados.


Desoyendo esta demanda e ignorando la experiencia del Bachillerato popular que funciona desde el2009 adentro del INTI desde las 14 horas, el departamento de RRHH ofrece cursar el secundario en un CENS en turno vespertino…


¿Cómo puede ser todo esto posible si el Convenio Colectivo de Trabajo contempla horas asalariadas para destinarse a la capacitación del personal?

Bachillerato Popular 1º de Mayo CEIP-CTA

jueves, 28 de agosto de 2014

Hoy jueves Paro de la CTA en legitimo reclamo

Desde las 14 comenzaron a concentrar trabajadores y organizaciones que llegaban luego de haber protagonizado los distintos cortes y actos en el área Metropolitana, confluyendo en las puertas del Cabildo. Con los bombos al frente, avanzaba la movilización de miles de trabajadores a través de Avenida de Mayo.
La multitud reclamó la urgente sanción una ley que prohíba los despidos y suspensiones por un año, la derogación del impuesto al salario, el cese de la precarización laboral, el desprocesamiento de todos los luchadores sociales, el 82% móvil para todos los jubilados y pensionados, la suspensión del pago a los organismos internacionales mientras se investigan el origen de esa deuda fraudulenta, entre otras demandas históricas.
Hacia las 16 horas, las columnas arribaron al Congreso Nacional, donde una delegación integrada por compañeros de las organizaciones convocantes, fue recibida por un grupo de diputados a quienes se les entregó el pliego reivindicativo del paro de 36 horas.
Al frente de la locución del acto, Juan Carlos “Pipón” Giuliani destacó la exitosa jornada de paro con cortes porque: “la fuerza de la organización de los trabajadores es imparable”. También resaltó el paro que llevará adelante la Unión de Conductores de la República Argentina (UCRA-CTA) en 22 provincias, aunque la UTA haya decidido no plegarse a la medida, con lo cual "va a ser muy importante la adhesión de los conductores de corta, media y larga distancia".
Junto con Pipón, la compañera Giselle Santana, Secretaria General por la Regional Norte de CTA Capital, nombraron a todas y cada una de las organizaciones, agrupaciones y juntas internas que se encontraban presentes en el acto a la vez que recordaban los principales puntos de la jornada de lucha. Además se auguró una contundencia rotunda hacia el paro del jueves 28.